Llegan tiempos difíciles
para los privilegiados habitantes de un país que paso de la noche a
la mañana de emigrar a recibir
inmigrantes, pero con la soberbia de
mirar por encima del hombro a estos peculiares visitantes, como olvidando las penurias que pasaron los
mayores que primero abrieron camino en tierras extrañas ejerciendo de intrusos
laborales para facilitar ese estado del bienestar tan
voluble como poético, y que ahora ven como
sin querer queriendo, esa dichosa tortilla se dio la vuelta y mira por donde esta
generación que descuido formación y cultura
para ejercer con empleos de los más variopintos pero supra remunerados, tienen
que volver como sus progenitores a decir Guten Morgen! Ó Merci, para volver a llenar la cesta de la compra o
pagar los excesos de esa época dorada que no lo fue tanto.
Y no es que uno se
alegre de estas circunstancias, pues quizás
nos toque a muchos vivir estas no gratas experiencias en nuestros descendientes directos, con situaciones similares; Pero sí que uno intentara
que por lo menos valoren y entiendan que
no hay duros a cuatro pesetas y que los reyes magos no traen siempre oro y
mirra y menos que no se puede mirar por encima del hombre subiéndose en un
falso taburete.
Motivo por el que me
permito modestamente ponerles esta
imagen que poco necesita comentar con el solo fin de informar, y si uno corrige
con ello algún mal hábito o creencia, mejor que mejor.
No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos,
de los deshonestos, de los sin ética.
Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos.
Martín Luther King
Así es, a ver si de una vez aprendemos a valorar lo que tenemos todos en común, que es nuestra humanidad. Estamos todos embarcados en la misma aventura, en el mismo Planeta y sin embargo nos creemos dueños de el.
ResponderEliminarGracias por pasar por casa.
Un abrazo
Gracias Katy, me alegra tengas la misma opinion, ahh y me encanto tu espacio, muy bueno por cierto.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo igualmente.
Ahora parece que estorban, pero ¿quién hace la limpieza en las casas, quién cuida de nuestros ancianos, quién recoge los frutos del campo...? Para luego si vienen mal dadas decir que nos quitan los empleos. Así somos de agradecidos.
ResponderEliminarUn saludo.
Te felicito por esta genial entrada que me produce una sonrisa de comprensión, cuánta razón llevas...
ResponderEliminarBesos de lindo fin de semana, llegué aquí de la mano de Senovilla el Peregrino de la Blogosfera,
Tengo familia distribuída por tres continentes, Australia incluída, y emigrantes son aunque tengan muy buen trabajo y estén perfectamente integrados. Nunca he entendido el desdén con el que más de uno ve al emigrante que viene a buscar vida mejor cuando nosotros hemos exportado mano de obra al extranjero durante muchos años.
ResponderEliminarSalu2
En Argentina (mi país) entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX, hubo una intensa oleada de inmigración. Sobre todo española e italiana (también de muchos otros países, pero la mayoría de España y de Italia)
ResponderEliminarYo soy hija de italianos...
Mi marido es hijo de españoles y vascos frances...
Gente de trabajo, y de trabajo duro, que nos dejaron lo que somos.
Ahora hay una gran inmigración de asiáticos, que también vienen a "laburar" y mucho.
Respeto ante todo!! Respeto a la condición humana!!
Excelente tu post!!!
Ma parce que me vas a tener seguido por aquí.
Saludos!!
Lau.
Excelente entrada y reflexion. Los imigrantes sufren mucha discriminación en muchos paises.
ResponderEliminarSawabona!