Chicago años treinta… la noche es fría y tenebrosa, la niebla que sale de las entrañas, penetra y enfunda al ciudadano que se refugia bajo la débil luz de la farola, buscando calor a la vez que consume despacio su ultimo cigarro, observando cómo desde el fondo de la avenida una sobra opaca y deforme va envolviendo y devorando todo lo que toca, a la vez que su rostro se transforma ante la aparición de ese ser extraño, más propio de ultratumba, que real, y ante la inminente peligro y encontrándose solo y desamparado busca en el entorno con una fugaz mirada, refugio para protegerse, sin hallar ninguno, y sin tiempo de reaccionar ve como es abrazado y fundido por ese ser maligno que algunos con voz débil y temblorosa llaman “”La Sombra””..
Parece propio de una novela o película de esa época, pero no mas lejos de la realidad, y si no miremos a Garzón y su lucha contra esos poderes que ya muchos pensábamos enterrados, y que resultan que aun están vivitos y coleando..
No hay comentarios:
Publicar un comentario